Por Alberto Peña Hernández
Por Julio Talledo. 13 septiembre, 2012.La osteoporosis, o pérdida de masa ósea, por lo general está asociada a personas mayores y a mujeres en edad menopáusica. Sin embargo, y aunque no es habitual, también afecta de forma creciente a niños y adolescentes. La preocupación excesiva por no engordar, la nueva costumbre de los padres de dar a los niños leche desnatada en vez de entera, y el escaso ejercicio físico contribuyen a su incremento.
Para saber cómo se produce tengamos en cuenta, primero, que el 90% de los huesos (esqueleto óseo) y los dientes, es calcio. Este, unido al fósforo, magnesio y zinc la dan la característica rigidez a los huesos.
Durante la niñez y la adolescencia el crecimiento del esqueleto hace que se incremente la necesidad de calcio de la dieta. Luego, cuando el hueso termina de crecer (15-18 años en mujeres; 20-22, varones) el calcio continúa depositándose en la masa ósea, hasta alcanzar su capital óseo para el resto de su vida, es decir el pico máximo de masa ósea (entre los 25 y 30 años de edad). Este pico es la máxima cantidad de hueso mineralizado que alcanza una persona en su vida.
A partir de este momento el nivel de masa ósea se mantiene constante; hay equilibrio entre lo que se pierde y la formación de nuevo hueso porque el hueso ya no crece, solo se remodela. El proceso es el siguiente: por un lado se forma hueso nuevo (formación ósea) y, simultáneamente, se destruye el hueso envejecido (reabsorción ósea). La osteoporosis aparece cuando se rompe este equilibrio, bien por que disminuye la formación del nuevo hueso, o porque aumenta la reabsorción, o por si se dan ambas causas a la vez.
Hábitos modernos y la osteoporosis infantil
Hoy en día, mucho más que antes, hay en niños y adolescentes una pobre ingesta de lácteos, vegetales y frutas y una elevada ingestión de bebidas pobres en calcio. Además, los hábitos alimentarios no saludables (consumo de comidas que carecen de los nutrientes necesarios), y la vida sedentaria (ordenador, televisión, no ejercicios físicos, no exposición al sol), están haciendo que los problemas de osteoporosis en niños y adolescentes estén aumentando considerablemente, constituyendo un pico de masa ósea no adecuado y con mucha susceptibilidad para tener osteoporosis en la vida adulta.
También ocasionan la disminución de la ingesta de calcio, problemas como la intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche, y el gran consumo de bebidas gaseosas.
Están también las enfermedades crónicas de los niños que obliga a medicación de larga duración (corticoides) y la inmovilidad obligada que tienen estos enfermitos.
La mejor manera de prevenir, desde la infancia, la disminución de la masa ósea en jóvenes y adultos es adoptando una serie de medidas higiénico-dietéticas: alimentación equilibrada y rica en calcio, práctica regular de ejercicio físico y ausencia de hábitos nocivos como el alcohol y el tabaco.
Asimismo, son de gran ayuda las campañas para advertir a las personas y para motivarlas a prevenir la enfermedad, tarea que debe iniciarse en la infancia -con ingesta láctea, actividad física, vida al aire libre para obtener vitamina D- y luego continuar durante la juventud y adultez.
¿Los bebés tienen esta deficiencia?
El calcio que requiere el bebé para formarse en el vientre materno cuando la madre tiene deficiencia de este mineral, es tomado de la estructura ósea de la propia madre (huesos y dientes). Además, durante el embarazo aumenta la absorción de calcio en el aparato digestivo de la madre y aumenta también la reabsorción de calcio por el riñón. Por lo tanto, el bebé está protegido de esta deficiencia. Pero, si nace prematuramente, no puede incorporar el calcio necesario y nace con carencias que lo predisponen a sufrir deficiencia de calcio toda su vida.
La osteoporosis avanza
Esta es una enfermedad muy frecuente (probablemente cada hogar cuente con un enfermo), en nuestro país aunque se desconoce su incidencia, es de prever, dadas las condiciones de hábitos nutricionales y estilos de vida negativos, que esta sea muy alta.
Los ancianos en el Perú como en toda la región están aumentando y la osteoporosis es, justamente, una de las patologías más frecuentes en los adultos mayores, por lo que hay que admitir que tenemos un serio problema de salud. Urge crear programas de concientización pública y de capacitación profesional por parte del Estado, que abarquen la prevención y el tratamiento.
Por otra parte, hay que identificar a las personas mayores de 50 años con riesgo de sufrir fracturas por fragilidad. Una prueba de densimetría ósea para mujeres entre los 45 y 50 años de edad, es lo ideal para el despistaje de esta enfermedad y debería incluirse en los exámenes de salud, como se hace con la citología vaginal o la mamografía.
Hecho el diagnóstico, es posible establecer un tratamiento farmacológico y cambios de estilo de vida, lo cual podría reducir hasta 70% del riesgo de fractura, que cuando sucede, requerirá tratamiento quirúrgico, hospitalización, medicina física-rehabilitación con la consiguiente pérdida económica, calidad de vida y productividad laboral.
Como siempre hemos dicho, la prevención es el mejor remedio.
Policlínico.
Universidad de Piura.
Artículo publicado en el diario El Tiempo, jueves 6 de setiembre de 2012.